Vértigos nocturnos

A veces los miedos te acompañan a dormir. A veces ni te das cuenta de que ahí están acostados a un lado de ti, hasta que despiertas en la madrugada con el corazón sonando duro, y el pecho en movimiento.
Los días parecen normales, vives la rutina, te cansas, ocupas tu día sin margen alguno para dejar pensamientos que puedan quitarte la concentración, pero cuando cae el sol y el mundo se calla, es imposible no escuchar todo lo que te hace tanto ruido. Cuando el mundo para, y las actividades se han puesto en stand by, regresa todo aquello que estaba en tu mente, aquello que con éxito habías logrado ignorar: miedos. Ni el cansancio, ni la noche logran dormirlos. Hoy ha llegado a mi como vértigo; desperté en medio de la noche con la sensación de estar cayendo, con el sentimiento profundo de algo faltante en mi pecho, en mi vida. Todos tenemos vértigos, y miedos, sobre cosas subjetivas. Hay veces que uno está de suerte y logra simplemente echarles un ojo, y pasar de página, no les presta tanta atención porque sabe que son como el monstruo de Hércules; les cortas la cabeza, y salen dos más… pero hay otros días donde te han tomado como esclava, te han dominado, y entonces la noche ya no sirve para dormir, y la calma juega a las escondidillas. Entonces lloras, o simplemente ves al vacío con la cabeza llena de todo, y de nada. El mundo pesa, y sientes como es que te aplasta; todo. Extrañas, esperas, deseas, hasta que de tanto pensar, llegas a la reflexión de como dice mi madre,
“si tiene solución para que te preocupas, y si no tiene, para que te preocupas”.
Te percatas, que puedes sacar algo bueno de la situación como todo en la vida. Si el sueño se escapó por la ventana, dejalo ir, seguro regresará; si de algo estoy segura es que en este mundo pesimista, los sueños nunca nunca se acaban, porque la fe es intrínseca a la naturaleza humana, así que a falta de sueño, abre los ojos, ve como ratoncillo en busca de algo dulce, calma el corazón, escribe tu próxima entrada de blog, sabiendo que el día siguiente será borrón y cuenta nueva; nuevos ánimos, y oportunidades de sonreírle a la vida, y hacerle caso a nuestra ganadora del Nobel Marie Curie cuando dijo:
“Nada en la vida debe ser temido, solamente comprendido. Ahora es el momento de comprender más, para temer menos.”
Así comprendido que la existencia tiene sus altibajos, lograrás tomar provecho de cualquier situación, como yo en la madrugada de hoy; así sin darle la oportunidad de que controlara mi bienestar, tome control de mis miedos convertidos en insomnio, y después de un rol de canela (que no tenía intenciones de comerme), y un descargue de palabrerías, estoy segura que escuché al sueño regresar justo por donde se había salido… ¡qué tremendo! ha de ser un adolescente.
Y así con un perfecto amanecer, estoy lista para disfrutar completamente de mi día, haciendo lo que yo quiero que sea, y controlar lo que está en mis manos y dejar ir lo que no, con esperanza y mi fe humana de que todo estará bien.
Otro martes más, otro martes menos, con el miedo como opción, y el poder como decisión.
this is me my friends...
