Aprovechando que pasó la gran temporada de las vendimias se me ocurrió platicarles acerca de los inmensos beneficios del vino, porque
¿a quién no le gusta tomarse una copita de vino? Les hablaré en general del vino tinto:
Una copa de vino puede relajarnos en un día de estrés y ayudarnos con la digestión. El vino tinto contiene muchísimos antioxidantes los cuales ayudan a combatir los radicales libres y el colesterol malo al impedir su oxidación.
Aporta minerales al cuerpo como Zinc, Magnesio, Litio, Calcio, Hierro y Potasio.
La razón por la que se recomienda acompañarlo con quesos y carnes es por que ayuda a la digestión de las proteínas; deben tener cuidado con la comida que lo acompañan y la cantidad de copas que consumen porque entonces ya no sería tan benéfico, sino al contrario, porque estarías consumiendo muchas calorías sin darte cuenta.
Contiene vitaminas que ayudan a tener una linda piel.
Reduce riesgos cardiacos.
Como pueden ver, el vino tiene muchos beneficios para nuestra salud, el problema es cuando nos pasamos de copas, y una copa se convierte en una botella. Por ejemplo, una copa de vino contiene 85 calorías, imagina que tomas 7 copas, estarás consumiendo 595 calorías, más a parte, el quesito, el jamoncito, las frutas, galletas, pan con aceite, ¡yummy, suena deli! jaja
¿y a quién no se le antoja?, pero ahora imagina la cantidad de calorías que estarías consumiendo. Por eso yo les recomiendo que tomen moderadamente y siempre estén conscientes de lo que comen. Si es están cuidando su figura y van a tomar, otra opción es eliminar los carbohidratos del día, o sea, comer sólo verduras y proteína y así disfrutas tus copitas agusto sin que te des un atracón cuando ya tengas las copas de más, porque el alcohol tiende a abrir el apetito.
Estás son mis recomendaciones, todo con moderación, la vida es un balance.